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Afrodita era la diosa griega del amor, la lujuria, la atracción física y el sexo. En la antigüedad, las relaciones sexuales no eran consideradas como algo negativo. Fue una de las divinidades más veneradas de la Antigua Grecia, contando con grandes templos en las principales ciudades y santuarios. Afrodita es una divinidad olímpica, diosa celeste del amor, nacida de Zeus y Dione.
Esposa de Hefesto, tuvo amores con Ares, Hermes y Dioniso, así como con los mortales Anquises, Butes y Adonis. De sus amores nacieron muchos hijos, entre ellos: Eros (Amor), Hermafrodito, Príapo, Eneas y Erix. Era especialmente venerada en Chipre y, en general, en los puertos y en las costas como diosa de la navegación.
Según Platón, “Afrodita Urania” era la diosa del amor ideal y se la representaba armada, mientras que “Afrodita Pontia” era la protectora de la navegación y de los navegantes. De esta manera, el reino de la belleza y del amor se extendía por la tierra, el mar y el cielo.
Todo sobre Afrodita
Nombres
Epítetos principales
- Citerea (nacida en la isla de Citera).
- Cipris, Cípride (chipriota, de la isla de Chipre).
Funciones
- Deseo sexual y el amor. Profesiones asociadas (heteras, prostitutas). Lugares asociados son los jardines. Su estación es la primavera.
- La navegación y los marineros (Venus marina).
Iconología
- Mujer muy bella joven y de pelo rubio, la más hermosa del Olimpo.
- Su representación suele ser desnuda, a veces reclinada, otras en cambio, saliendo del agua (Venus anadiomena).
- El espejo y las joyas, el cinturón de Venus.
- La paloma y el cisne.
- Flores en general, aunque la preferida es la Rosa.
- La manzana.
- La concha.
- Suele representarse acompañada de algunas de sus parejas, Hefesto, Ares, Adonis.
Culto y curiosidades
- Su sede principal está en la isla de Chipre.
- Es una diosa que viene de los sumerios, aunque en Mesopotamia se le llamaba Inanna.
Mitología
- Tiene dos mitos diferente respecto a su nacimiento.
- Matrimonio con Hefesto.
- Juicio de Paris.
- Mitología erótica con el dios Ares.
Mitología griega
¿Por qué Afrodita es la diosa del amor?
El mito del origen de la «Diosa del Amor», está relacionado con la propia etimología de su nombre. El término griego aphrós significa espuma, y esto pudo llevar a la consolidación de la creencia de que esta diosa había nacido del mar. Según el mito más antiguo que ha llegado hasta nosotros, recogido por el poeta Hesíodo, tras arrancar Cronos los genitales a su padre Urano arrojó los despojos al mar, en las costas de Pafos, en la isla de Chipre.
De la mezcla del semen y la sangre de Urano con la espuma del océano, nació la diosa del amor, ya adulta. Esta versión del nacimiento de Afrodita ha sido la más célebre. Sin embargo, existen otras tradiciones que hablan de un origen diferente para esta diosa. Según Homero, Afrodita era hija de Zeus y Dione, una divinidad que acabó por perder su importancia en el panteón griego, pero que en su origen pudo haber sido la compañera del padre de los dioses hasta que Hera la sustituyó en este papel.
Todos los escritores antiguos están de acuerdo en que Afrodita no tuvo infancia, sino que nació siendo adulta, con sus formas físicas maduras y listas para ser deseables por todos los mortales y los inmortales.
La diosa griega más bella
De su persona emanaba un suave y dulcísimo perfume de ambrosía y, cuando se manifestaba en la plenitud de su belleza, todas las cosas cedían ante tanta gracia y le rendían homenaje. Paris, elegido juez para designar a la más bella de las diosas, le otorgó la manzana, símbolo de la hermosura. Ella fue quien ayudó por gratitud a Paris a raptar a Helena, la mortal más hermosa del mundo, que había sido prometida por la diosa al joven troyano. Peleo, enamorado de la ninfa Tetis, le ayudó a conquistarla y a tomarla por esposa.
Es cierto que Afrodita no supo frenar sus pasiones ni resistir el impulso amoroso. Por lo tanto, amó a mortales e inmortales, e intervino en todas las historias, de hombres y de dioses, en las que se enredaba el amor. Sus servidoras eran las Gracias y las Horas, personificadoras de la gracia y del encanto. Estas atendían a su persona, la vestían y arreglaban; estaban siempre con ella en cualquier lugar y momento.
El mito de Afrodita y Ares
Zeus la había dado en matrimonio a Hefesto, el dios herrero cojo. Hefesto no se enteró de la infidelidad hasta que una noche los amantes se quedaron demasiado tiempo juntos en el lecho en el palacio de Ares, en Tracia. Cuando Helio se levantó los vio en su entretenimiento y le fue con el cuento a Hefesto.
Hefesto se retiró enfadado a su fragua y, a golpes de martillo, forjó una red de caza de bronce, fina como una telaraña, pero irrompible. Ató secretamente la red a los postes y los lados de su lecho matrimonial. Cuando Afrodita volvió a Tracia le explicó que había estado ocupada en Corinto y Hefesto le dijo:
«Te ruego que me excuses, querida esposa, pero voy a tomar unas breves vacaciones en Lemnos, mi isla favorita».
Afrodita no se ofreció a acompañarle y en cuanto se largó Hefesto se apresuró a llamar a Ares, quien llegó en seguida. Los dos se acostaron alegremente, pero cuando quisieron levantarse al amanecer se encontraron enredados en la red, estaban desnudos y sin poder escapar. Hefesto volvió de su viaje y los sorprendió allí y llamó a todos los dioses para que fuesen testigos de su deshonor. Luego anunció que no pondría en libertad a su esposa hasta que le devolviesen los valiosos regalos con los que había pagado a Zeus, su padre adoptivo.
Los dioses corrieron a presenciar el aprieto en que se hallaba Afrodita, pero las diosas, por delicadeza, se quedaron en sus alojamientos. Apolo, tocando disimuladamente con el codo a Hermes, le preguntó:
«¿No te gustaría estar en el lugar de Ares, a pesar de la red?».
Hermes juró por su cabeza que le gustaría, aunque hubiera tres veces más redes y todas las diosas le mirasen con desaprobación. Esto hizo que ambos dioses rieran ruidosamente, pero Zeus estaba tan disgustado que se negó a devolver los regalos de boda o a intervenir en una disputa vulgar entre un marido y su esposa, declarando que Hefesto había cometido una tontería al hacer público el asunto.
Poseidón, quien, al ver el cuerpo desnudo de Afrodita, se había enamorado de ella, ocultó sus celos de Ares y simuló que simpatizaba con Hefesto y dijo:
«Puesto que Zeus se niega a ayudar, yo me encargo de que Ares, como precio por su libertad, pague el equivalente de los regalos de boda en cuestión».
Hefesto le replicó:
«Todo está muy bien, pero si Ares no cumple, tú tendrás que ocupar su lugar bajo la red».
¿En compañía de Afrodita? Dijo Apolo riendo. Y Poseidón comento:
«Yo no puedo creer que Ares no cumplirá, pero si así fuera, estoy dispuesto a pagar la deuda y casarme yo mismo con Afrodita».
Al final, todos los dioses comenzaron a reír y los amantes son puestos en libertad. Hefesto rompió su vínculo matrimonial. Por otro lado, de la unión de Afrodita y Ares salieron tres hijos: Fobos (Miedo), Deimos (Terror) y la hermosa Harmonía (Armonía).
Dioses Griegos
Alecto
Apolo
Ares
Artemisa
Atenea
Cibeles
Deméter
Dioniso
Eros
Fósforo
Hades
Hefesto
Hera
Hermes
Hestia
Megera
Metis
Némesis
Perséfone
Poseidón
Príapo
Selene
Sileno
Tánatos
Tisífone
Zeus
Referencias
- Hesíodo (2013). Teogonía / Trabajos y días / Escudo / Certamen (Clásicos de Grecia y Roma). ISBN 8420678821.
- Heródoto (2006). Historia. Editorial: Ediciones Cátedra. ISBN 8437617111.
- J.P. Mallory (Herausgeber), Douglas Q. Adams (Herausgeber) (1997). Encyclopedia of Indo-European Culture. Londres: Fitzroy Dearborn. ISBN 978-1-884964-98-5.
- Higinio Marín Pedreño (2009). Fábulas 139: Curetes. Editorial: Gredos. ISBN 8424935985.
- J.C. Escobedo (2011). Enciclopedia de la mitología. Editorial: De Vecchi Ediciones, S.A. ISBN 978-84-315-5169-8.
- Graves, Robert (2004). «Los Mitos Griegos» (Obra Completa). Círculo de Lectores. ISBN-13: 978-8467209334