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El Enûma Elish (Enuma eliš) que significa “cuando en lo alto”, fue descubierto gracias a un centenar de manuscritos de escritura cuneiforme en tablillas de arcilla. Los archivos fueron encontrados en ciudades de Babilonia (Ciudad de Babilonia, Borsippa, Kish, Sippar y Uruk) y Asiria (Ashur, Nimrud, Nínive, Sultantepe). En el poema figuran muchos personajes.
El dios Apsu nace el abismo y las aguas primordiales, se considera una deidad masculina. Tiamat es una deidad femenina personificada en el mar salado, consorte de Apsu donde es vista como un monstruo de cuerpo sólido. Para la mitología babilónica, Tiamat, era la madre de todos los dioses babilonios.
Lahmu y Lahamu es una pareja peculiar que surge de los dioses Apsu y Tiamat. Ansar es un dios masculino y representa el cielo, Kisar es consorte de Ansar y representa la Tierra. Anu es el dios de los cielos y es hijo de Ansar y Kisar, es curioso, porque para los sumerios y acadios fue un dios primordial. Y por último pero no menos importante, Ea y Damkina son los padres del todopoderoso Marduk.
El nacimiento de Marduk
Ea le dio muerte a Apsu y sobre su cuerpo edificaría su casa, el Apsu, es conocido por los sumerios como Abzu, donde Ea tiene el título de “Señor de Aguas Dulces”. Es ahí cuando engendran a Marduk, educado y criado por una nodriza, y el poema dice lo siguiente:
En el corazón del apsu nació Marduk.
Tablilla I, 81-90
En el corazón del santo apsu nació Marduk.
El que lo engendró fue Ea, su padre,
la que le dio a luz fue Damkina, su madre.
Mamó únicamente pechos divinos:
la nodriza que lo crió le llenó de una vitalidad formidable.
Su naturaleza era desbordante, su mirada fulgurante,
su porte era señorial, vigoroso desde siempre.
Cuando lo vio Anu, el progenitor de su padre,
exultó y se mostró complaciente, llenándose su corazón de alegría.
Anu decide crear y ofrecer los “Cuatro Vientos” a Marduk, para que se divierta su nieto. Con ello crea la polvareda que arrastra la tempestad, es de esa forma como perturba a Tiamat. Los dioses cansados de los molestos vientos de Anu, le comentan a la diosa madre lo siguiente:
«Cuando se mató a Apsu, tu esposo,
Tablilla I, 113-124
tú no le ayudaste, sino que te quedaste callada,
y ahora, después de haber producido Anu los Cuatro vientos terribles,
tu interior está grandemente perturbado y no podemos descansar.
Apsu, tu esposo, no está en ti,
ni Mummu, que fue encadenado. ¡Te has quedado sola!
[¿No eres] nuestra [ma]dre? ¡Y hete agitada, con gran turbación!
[Y a nosotros], que no descansamos, ¿acaso, no nos amas?
[¡Sobre] nuestros lechos, nuestros ojos se han secado!
[¡Quí]tanos este yugo sin tregua para que podamos dormir!
[Lánzate al com]bate [contra ellos]. ¡Véngate!
[¡Redúcelos a la nada] y conviértelos en fantasmas!».
Dragones y leviatanes
Cuando Tiamat escucha el consejo de los dioses, decide crear dragones gigantes, hidras y leviatanes en el Khubur, un río de agua salada en el inframundo. Además, hizo surgir otras clases de criaturas babilónicas; hombres-escorpiones, leones colosales, hombres-peces y bisontes gigantescos entre otros. Kingu, primogénito y lugarteniente de Tiamat, fue escogido por ella como esposo tras la desaparición de Apsu, decide que se encargue de dirigir el ejército:
«Yo he pronunciado en favor tuyo el conjuro, exaltándote en la Asamblea de los dioses,
Tablilla I, 153-162
y te he dado todo poder para dirigir a todos los dioses.
¡Sé el más grande, sé mi esposo único!
¡Que se exalte tu nombre por encima de todos los Anunnaku!».
Y ella le dio la Tablilla de los Destinos, que sujetó a su pecho:
«¡Que tu orden sea irrevocable, que [tu palabra] se realice!».
Tras ser así exaltado Kingu y adquirida la dignidad de la supremacía,
[ella decretó] a los dioses, sus hijos, este des[tino]:
«¡Abriendo solamente la boca, [apagad] el fuego!
¡Que vuestro veneno concentrado neutralice la fuerza superior!».
Los Anunnaku son conocidos por los sumerios como Anunnaki, dioses repartidos por el cielo y la Tierra por Anu. En la tablilla II del Enûma Elish, se le anuncia a Ea que Tiamat, se prepara para la guerra y vengarse de la muerte de su esposo Apsu. Ahora bien, por razones que se desconocen Ea no está capacitado para luchar contra Tiamat y Anu tiene miedo, esto es debido a que la tablilla tiene trozos fragmentados que no se pueden leer.
Ea reconoce en su hijo Marduk una ciencia igual a la suya, pues hereda de su padre los encantamientos mágicos. En el consejo de los dioses, Marduk, propone derrotar a Tiamat con una condición, que sea nombrado el gobernante de los dioses. Los dioses aceptaron estas condiciones, pero antes tenían que ponerlo a prueba, así que establecen una nueva constelación en los cielos. El consejo desafía a Marduk a destruir y después restaurar la constelación tal y como estaba. Marduk pasa la prueba y se prepara para la batalla.
Marduk vs Tiamat
Marduk va a la batalla con su armadura, va armado con una maza, arco y flechas, y decide enfrentarse a Tiamat:
Referencias
- Federico Lara Peinado, Enuma Elish, El Poema Babilónico de la Creación, ISBN: 9788498790061