Tiempo estimado de lectura: 3 minutos
Ah Puch, es el señor de la muerte en la «mitología maya». Es conocido también por otros nombres, como Cizin, Kizin, Kisen, Hun Ahau, Yom Cimil o Yum Cimil. Se representa como un esqueleto humano danzante que fuma un cigarrillo. Cuenta la leyenda que también señorea la gula, la pereza, la envidia, el orgullo, la lujuria, la traición, la venganza, la enfermedad, los accidentes, el asesinato y el sacrificio. Es un dios del inframundo que puede llevarnos a Xibalbá, el inframundo maya, donde todo es oscuro, frío, triste y resentido.
Xibalbá está habitado por señores divinos que purgan sus propios males y no nos quieren porque somos ruidosos y cantadores, porque resulta, que a ellos no les hacemos fiestas ni los veneramos. Sin embargo, a Ah Puch hay que tenerlo contento para lograr una buena muerte tras una vida larga, sana y alegre. Él nos ayuda en ocasiones y nos hace favores con cosas que parecen imposibles, y hasta nos advierte del futuro. Ah Puch sabe lo que nos puede ocurrir desde que nacemos hasta que llegamos a sus dominios, por eso hay que cumplir sus ofrendas y promesas, escuchar y seguir sus consejos.
[toc]
Ah Puch el apestoso
Ah Puch se presentaba de forma repentina y sin previo aviso, pero iba acompañado de un olor nauseabundo, por lo que se le llamaba “el apestoso“. A diferencia de las demás manifestaciones de los dioses de la muerte con los que se lo asocia, Ah Puch no está relacionado con la regeneración o el renacimiento, es una deidad que guarda las almas de los malvados en el inframundo, donde son sometidas a sus tormentos y engaños.
Se le asocia con animales nocturnos, como el murciélago, el búho y la lechuza. Ah Puch no era representado precisamente bello, era una figura humana con cabeza de calavera, se le notaban las costillas y presentaba puntos negros, signos de putrefacción. Es asociado con enfermedades, es un dios temido, y de él, dependía que las cosechas no fueran afectadas por las sequías. Era enemigo del dios Chaac, el dios de la lluvia.
Ah Puch se muestra como un ser grotesco y diminuto ejecutando una danza salvaje con su barriga. Aparece fumando, en éxtasis tirado de espaldas, en el autosacrificio del pene, en las ceremonias del año nuevo o en actos rituales, era el sacrificio (Kex) que este dios presidía. Como jefe de los demonios, reinaba sobre el más bajo de los nueve mundos subterráneos de los mayas.
Dioses Mayas
Referencias
- Gibson, C. The Hidden Life of the Ancient Maya. Metro Books, 2012.
- Longhena, M. Ancient Mexico: The History and Culture of the Maya, Aztecs, and Other Pre-Columbian Peoples. Barnes & Noble Books, 2000.
- Morley, Sylvanus G. La Civilización Maya (Revisada por George W. Brainerd).
- Nicholson, I. Mexican and Central American Mythology. P. Bedrick Books, 2005.
- Schele, L. & Freidel. A Forest of Kings: The Untold Story of The Ancient Maya. William Morrow and Company, 1990.
- Schele, L. & Mattews, P. The Code of Kings: The Language of Seven Sacred Maya Temples and Tombs. Scribner, 1999.
- Spence,L. The Mythologies of Ancient Mexico and Peru. null, 2011.
- Tedlock, D. Popol Vuh. Touchstone, 1996.